¡Tonifica tu piel!
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Con el tiempo, la piel pierde su tono y su elasticidad. Aunque estos efectos son inevitables, es posible retrasar los efectos del envejecimiento de la piel y mejorar su belleza.
Algunos principios activos resultantes de la investigación permiten actuar sobre los distintos mecanismos responsables del envejecimiento y limitar sus efectos sobre la epidermis.
Ácido hialurónico, para una óptima hidratación de la piel
El ácido hialurónico es una molécula presente de forma natural en el organismo, principalmente en la piel. En términos sencillos, su acción consiste en atraerlo y fijarlo en las células. Se calcula que una molécula de ácido hialurónico es capaz de ligar casi 1.000 veces su peso en agua. La piel joven está rellena porque contiene una cantidad suficiente de ácido hialurónico. Sin embargo, con el paso del tiempo, la producción natural de ácido hialurónico disminuye, la piel se vuelve más fina y sensible y aparecen las arrugas. El ácido hialurónico también participa en el proceso de renovación celular y desempeña un papel en la curación de heridas.
Para compensar la reducción de la producción natural de ácido hialurónico, es necesaria la administración de suplementos por vía oral. Los estudios han demostrado que la administración de suplementos durante varios meses puede mejorar significativamente la hidratación de la piel y reducir las líneas de expresión.
Extracto de granada, para optimizar la renovación de la piel
Gracias a los polifenoles que contiene, el extracto de granada tiene propiedades antioxidantes científicamente reconocidas. La granada también estimula la regeneración de las células epiteliales, mejora el proceso de curación de las lesiones cutáneas y protege contra el fotoenvejecimiento. Si a esto le añadimos sus efectos antiinflamatorios, podemos decir que la granada es un importante aliado en la prevención del envejecimiento.
